5 Conceptos básicos en las relaciones de pareja

Somos diferentes también en nuestra manera de sentir.     Las emociones se conectan en nosotros sin que podamos evitarlo, en terapia siempre decimos: «lo que uno siente por algo será.» las emociones son una guía interna importante, hay que tenerlas en cuenta en la relación. 

La verdad (objetividad) en la pareja no existe, en todo caso hay dos «verdades», dos maneras de percibir las vivencias.  Tenemos que aprender a manejarnos con ellas y no empeñarnos en imponer nuestra única «verdad».

Es inútil luchar contra las diferencias, en realidad nos conviene reconocerlas para tenerlas muy en cuenta y asumir que mi pareja en algunas cosas es difernte a mí. Conocer a nuestra pareja es fundamental para saber como tratarla/o, nos conviene volvernos un/a «experto/a» en nuestra pareja

¡Mucho cuidado en como digo las cosas! Quejas y críticas no, Mis críticas pueden hacer que mi pareja se sienta atacada en lo personal, y levantar todas sus defensas, haciendo la comunicación entre ambos muy difícil.  Las críticas levantan las defensas de mi pareja haciendo que lo que yo quería conseguir con mi mensaje no llegue sino que ademá me encuentre en su respuesta lo opuesto de lo que deseaba conseguir . Una buena regla es siempre mejor señalar primero conductas concretas y observables, sin críticas. 

Muchas veces atribuimos al otro información que pensamos que ya tiene, o damos por sentado que nos ha entendido o que se pone en nuestra piel. Esto es un error muy habitual, el otro no nos puede adivinar, debemos hacer el esfuerzo de comunicar lo que necesitamos en la relación de la mejor manera.

El contacto visual tiene un gran potencial para reavivar la conexión entre los dos, en determinadas circunstancias y contextos unos instantes de mirarse a los ojos puede relajar, dar una sensación de seguridad y de conexión total en el aquí y ahora.  

Debemos traducir nuestras quejas hacia el otro/la otra en necesidades nuestras: pasar del “tu me haces” al “yo necesito”

La circularidad se refiere a  que en una relación las conductas y respuestas de ambas partes están interconectadas, es decir, la conducta de uno tiene un efecto directo en el otro, que responde reforzando la dinámica. De esto se desprende que si mejoramos nuestro trato hacia nuestra pareja este mejorará su trato hacia nosotros. Si fastidiamos a nuestra pareja es como tirar piedras en nuestro propio tejado. Cuidar a nuestra pareja es también cuidarnos a nosotr@s mismos.

Los seres humanos nos solemos fijar mucho más en los defectos y fallos de los demás que en los nuestros, esto es casi universal. En la pareja necesitamos tener más conciencia acerca de cómo nuestra conducta es vivida por nuestra pareja, que efecto tiene en ella. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo extra para darnos cuenta de averiguar ¿Cómo se me ve desde fuera? ¿Esa conducta mía de la que se queja mi pareja también la ven otras personas? ¿Qué se conecta en mi cuando me pasa?

Primero hay que meterese en la cabeza este frase: Si siento por algo será.  Las emociones hay que tenerlas muy en cuenta, identificarlas, conocerlas, entenderlas para poder gestionarlas, pensar que son nuestra guía interna, las que nos indican como estamos, que no está pasando internamente, etc…

Para mejorar una relación es importante de entrada establccer un acuerdo para anteponer la relación antes que todo y todos. Debemos poder garantizar que: «nuestra relación es más importante que mi necesidad de tener razón, tu forma de actuar, tu aspecto, o cualquier otra cosa o persona que pueda amenazar nuestros valores de pareja.»

Poder asegurar que: «Tu serás siempre el primero en saber cualquier cosa que me pase, no el segundo ni el tercero…»

Para poder luchar por nuestra pareja y que esta mejore debemos tranmitir estas ideas a través de gestos, palabras:

«Nunca te haré daño y si lo hago sin querer lo repararé»

«Cuando estés estresado o angustiado te aliviaré, incluso si yo soy el origen de tu malestar.»