“En la pareja se tiene que poder hablar y expresar lo que cada uno siente y necesita.”
Esto es cierto a medias, ya que esta afirmación no se puede aplicar ni en todos los casos ni en todas las parejas. La comunicación en la pareja es primordial para resolver desacuerdos pero,como en todo, también pueden haber determinados temas o situaciones en las que, si nos empeñamos en seguir insistiendo en expresar como nos sentimos, solo conseguiremos discutir y crisparnos más, entrar en una espiral muy negativa sin llegar a ninguna solución.
Tener una mejor expresión emocional en lo que uno siente y necesita puede ser muy positivo para determinadas parejas, por ejemplo para aquellas relaciones más inhibidas que quizás por evitar los conflictos hablan poco, estas se van a beneficiar de una mayor comunicación y conexión emocional.
¡Pero cuidado!, porque hay otro tipo de parejas, y puede que la tuya este dentro de éstas, donde de vez en cuando se producen fuertes tensiones y encontronazos. Son parejas que tienen un estilo más explosivo y en las que la mútua contención va a ser fundamental en determinados momentos. En este tipo de relaciones cada uno va a tener que hacer el esfuerzo de frenarse antes de que la sangre llegue al río… Pues en el fondo si lo analizamos bien, todos sabemos que en medio de una pelea depende de lo hagamos o digamos eso va producir una reacción aun mayor de furia en nuestra pareja o al contrario, va a contribuir a tranquilizarla .
Las parejas con estilo más explosivo tienen que gestionar estas situaciones, sinó quieren que estas dinamicas acaben dinamitando su relación.
¡Es importante ser conscientes de cuando estamos entrando en un bucle negativo con nuestra pareja, y cuales son las líneas rojas en nuestra relación para no traspasarlas!
En mi práctica profesional he tratado varias parejas en terapia que eran personas inteligentes y que racionalmente entendían exactamente lo que les pasaba cuando discutían y porqué reaccionaba cada uno como lo hacía, pero aun así eran incapaces de evitarlo, repitiendo la misma discusión una y otra vez y obteniendo siempre el mismo resultado de frustración y sufrimiento.
Si nos dejamos llevar podemos acabar en otra discusión desagradable que nos va a hacer sufrir a mi pareja y a mi por lo que en estos casos es muy importante ser conscientes de que estas dificultades existen, tenerlas muy presentes y ¡no bajar la guardia!.
Pablo Quiroga
Psicólogo especialista en Terapia de Pareja
Col. Núm 14679
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